jueves, 27 de octubre de 2016

Educando a tu mascota


Fuente: http://elcomercio.pe/wuf/consultorio/5-malas-conductas-incitadas-duenos-perros-noticia-1942098?flsm=1



5 malas conductas incitadas por dueños de perros

Desde morder hasta rogar y saltar. Nuestras mascotas aprenden de sus humanos sin sospechar que ello puede jugar en su contra


5 malas conductas incitadas por dueños de perros


Así como con bebes y niños, los padres de perros también buscamos que nuestros hijos de cuatro patas se comporten a la altura de cada situación. Nos gusta que hagan sus necesidades donde se les indica, que eviten ladrar cuando no es necesario, que mantengan sus dientes lejos de muebles y zapatos... Lamentablemente, muchas veces terminamos siendo nosotros mismos quienes, inconscientemente, impulsamos conductas que se tornan incómodas y hasta peligrosas.
A continuación 5 comportamientos negativos de perros motivados por sus padres humanos.

¡Saltar! ¡Saltar! ¡Saltar!
Que un perro te salte de alegría cuando llegas a casa puede ser hasta enternecedor. “¡Qué lindo es cuando tu perro te recibe entre tanto festejo”, dicen algunos. Y es que resulta difícil rechazar tantas muestras de afecto. En retribución, acariciamos a nuestro perro, nos reímos con él, festejamos su excitación y él termina aprendiendo que está bien saltar como una rana sin parar. Pero ¿qué sucede cuando tenemos una reunión importante y nos ensucian el pantalón? ¿O cuando recibimos invitados que no disfrutan de tanto afecto perruno? ¿O cuando hay un niño cerca o cuando tenemos una herida o una condición de salud que necesita su espacio? A ver, trata de decirle a tu perro que no salte más.
La mejor estrategia es ignorarlo. La solución no es mágica pues hasta la más mínima muestra de afecto activará su instinto saltimbanqui, pero con paciencia y refuerzo positivo cuando tu perro se ha calmado se puede lograr mucho. Y si vuelve a saltar, dale la espalda hasta que deje de hacerlo. Y si nada de esto surte efecto, puedes recurrir a la correa, no para pegarle, nunca, sino para que se quede quieto.


Cuando ruegan con la mirada
Los ojitos de súplica que nuestros perros ponen cuando estamos comiendo pueden ser irresistibles, por algo se les conoce como ‘ojitos de cachorrito’.  Al sentir que nos están diciendo que se mueren de hambre, automáticamente queremos cumplir su deseo engriéndolos con comida. Es ahí donde debemos de poner en práctica nuestra fuerza de voluntad, de lo contrario terminaremos compartiendo nuestra comida con ellos.
Una solución es darle un bocadito para perros, un juguete o un hueso manzano (seguro para perros) que lo mantenga ocupado y lejos de tus pies. Lo más probable es que al terminar, regrese con los mismos ojitos, en ese momento te tocará ignorarlo. Lo más probable es que su lado persistente se intensifique y será un reto obviarlo, pero eventualmente se irá apagando. La clave es no rendirse, jamás.


Cuando jalan demasiado
Una de las actividades más incómodas cuando sales a pasear con un perro es cuando éste jala de la correa como si estuviera escapando de un tigre. Es desgastante tanto para el perro como para quien lo pasea. Ellos suelen jalar para olfatear y para orinar, y si no sabemos aplicar el ‘tira y afloja’ bien, terminaremos compitiendo con ellos. Los perros aprenden rápido que la correa ajustada significa “a jalar” y que la tensión que sienten en sus cuellos es la marca para caminar.
La meta es que aprendan a que jalar no los llevará a ningún sitio. Así que la próxima vez que tu perro tire de su correa, deja de caminar y hazlo cada vez que jale. Una vez que él voltee a mirarte o se aproxime, dale un premio cuando esté cerca de ti y sigue caminando. Pronto entenderá que caminar a tu lado es el lugar más privilegiado.


Demandas en son de ladridos
Aquellos perros que esperan conseguir comida, juguetes o caricias a punta de ladridos son considerados perros mandones. Al igual que con los niños, las personas solemos ceder a sus pedidos sencillamente porque queremos que dejen de ladrar. Lo malo es que así no les enseñamos buenos modales.
Para re educarlo una buena técnica es seguir un programa de “por favor”, es decir, enseñarle a sentarse cada vez que desee algo. Enséñale a sentarse cada vez que quiera la pelota, su plato de comida o que le abras la puerta del jardín. Si te ladra antes de tiempo, deja en el piso su plato, su pelota o lo que sea que él desea, aléjate e ignóralo hasta que capte el mensaje. Pronto entenderá que ladrar provoca el efecto contrario al que él espera.


Masticar lo que encuentran
Es normal que un cachorro mastique prácticamente todo lo que tiene en frente, lo que no es normal es que lo haga cuando dicha etapa expira y él sigue comunicándose con sus dientes ya sea en tus cosas o en tu cuerpo.
Esto puede suceder cuando alguien tiene un perro pequeño y cree que está bien que juegue con sus dientes porque no duele. También sucede con quienes disfrutan jugando tosco con sus perros grandes. El caso es que ninguno de estos escenarios es el ideal.
Una solución es alejarse durante 30 segundos apenas tu perro te pone los dientes encima, ya sea para jugar delicado o brusco. Es importante decir “¡au!” (expresión de dolor) apenas muerde. Ambos comportamientos le harán entender que jugando así nadie querrá tenerlo cerca.


En general, estos comportamientos suelen presentarse mientras el perro está madurando, en otras ocasiones solo se trata de episodios pasajeros que suelen desaparecer con el adecuando entrenamiento.
No existe perro perfecto y menos aún dueño de perro perfecto, pero sí hay muchas formas de enseñarle a nuestras mascotas a alcanzar ese equilibrio que llevará paz y armonía al hogar... y que evitará que más perros sean abandonados, sencillamente, por ser lo que son: animales.


* Estos consejos fueron compartidos por Victoria Schade, entrenadora de perros certificada, en el portal de Internet petmd.com

miércoles, 26 de octubre de 2016

La honestidad va por delante

 

 

Emotivo gesto de un indigente con un joven es viral

Francisco Hernández no tiene mucho, pero la honestidad es su divisa y así se hizo conocido en Facebook



Facebook: emotivo gesto de un indigente con un joven es viral
Esta nota recuperó la esperanza de un joven profesor de primaria. (Foto: Facebook)


A sus 43 años, Francisco Hernández vive en la calle desde hace medio año. Duerme en el albergue de la Fundación Jesús Abandonado, en Murcia, España. Un gesto suyo se viralizó en Facebook, se trata de una nota que destaca su honestidad.
El responsable de la difusión de este gesto en Facebook es Pedro Teruel, un profesor español de primaria que suele transportarse en motocicleta. Un día, las llaves de su vehículo fueron halladas en el suelo por Francisco, quien no tuvo reparo en dejar una nota y cuidar de ellas.
"Hola, me llamo Paco. Tengo las llaves de la moto. No te preocupes, estoy en la calle Comuneros, hasta las 7 y vivo en Jesús Abandonado", dice la nota que sale en la foto compartida por Teruel en su cuenta de Facebook.
Este gesto le devolvió a Pedro la esperanza, ya que encontró en la persona más sencilla de su entorno un poco de honestidad. "Quiero creer que personas como Paco hay muchas", comenta Teruel junto a la nota que se hizo popular en Facebook.
Paco es un indigente que cuida carros en la calle Comuneros. Cuando Teruel recuperó sus llaves quiso recompensarlo, pero Paco no quería aceptar nada. Ante medios españoles ha declarado que lo que él más desea es volver a tener un empleo.
"Me acerqué allí, le di las gracias e intenté darle el poco dinero que llevaba encima, aunque esto no se puede pagar. Pero él me decía que no lo hacía por dinero, que nos tenemos que ayudar entre nosotros", contó a Verne el docente de 27 años.
Tras la publicación de la nota en Facebook , la historia ha llegado a diversos medios e incluso a la televisión murciana. Hasta la fecha, la publicación de Teruel tiene más de 14 mil reacciones y fue compartida más de 4.000 veces en la red social.

Dejar que tu perro te lama el rostro puede enfermarte

 Si quieres mostrarle amor a tu perro no lo beses, mejor acarícialo


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Emil Scioli, de Cliffside Park, Nueva Jersey, recibe un beso de Sadie. Credit Kevin R. Wexler / The Record, vía Associated Press
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Parece bastante inofensivo. Tu perro y tú están nariz contra nariz y le hablas mientras te da lengüetazos en la boca y mejillas, o llegas a casa del trabajo y le das un beso a tu perro para saludarlo.
Tal vez te parezca la máxima muestra de afecto pero, tratándose de esos besos, los expertos advierten: cuidado con el perro.

¿Por qué es dañino?

Neilanjan Nandi, profesor asistente de medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Drexel en Filadelfia, explicó en un correo electrónico que la mayoría de las bocas de los animales son hogar de “un enorme microbioma oral de bacterias, virus y levadura”.
Nandi afirma que la saliva del perro tiene proteínas que pueden ayudarle a limpiar o sanar sus heridas, pero en un párrafo titulado “Por qué no besarte con tu perro”, escribió: “Hay algunos organismos que solo se encuentran en los perros y que nosotros sencillamente no estamos hechos para tolerar ni combatir”.
Ciertas bacterias en las bocas de los perros son zoonóticas, lo que quiere decir que los animales pueden transmitirlas a los humanos y causarles enfermedades.
Algunas de las bacterias zoonóticas comunes incluyen clostridium, E. coli, salmonela y campylobacter, que pueden ocasionar enfermedades gastrointestinales graves en los humanos, comentó Leni K. Kaplan, ponente del servicio de práctica comunitaria en la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Cornell.

¿Entonces nunca debo permitir que mi perro me lama?

No del todo.
“Cuando la saliva de los perros toca la piel humana intacta, en especial en una persona sana, es muy poco probable que cause problemas, ya que habrá muy poca absorción a través de la piel”, contestó Kaplan mediante un correo electrónico.
Sin embargo, la saliva y los patógenos de los perros se pueden absorber más fácilmente a través de las membranas mucosas de la nariz, la boca y los ojos de una persona. Si bien es raro que se transmitan enfermedades de esta forma, Kaplan manifestó que era mejor evitar que los perros laman esas partes del rostro.
John Oxford, profesor de virología en la Universidad Reina María de Londres y experto en microbiología, dijo que nunca permitiría que un perro le lamiera el rostro, informó The Hippocratic Post.
“No solo se trata de lo que hay en la saliva” explicó. “Los perros pasan la mitad de su vida poniendo la nariz en lugares muy desagradables o acercándose a oler excrementos de perros, por lo que sus hocicos están llenos de bacterias, virus y gérmenes de todo tipo”.

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Credit Pictoline para The New York Times en Español

¿Qué otras enfermedades pueden transmitir?

En una práctica llamada coprofagia, en la que el animal ingiere heces o lame el ano de otro perro, se pueden transmitir otras infecciones, como anquilostomas y ascárides, agregó Nandi.
Joe Kinnarney, el expresidente más reciente de la Asociación Médica Veterinaria de Estados Unidos, declaró en una entrevista que un estudio calculaba que un cachorro podía tener entre 20 y 30 millones de huevos de ascárides en su tracto intestinal en una semana. Relató que el hijo de un paciente que vio en consulta en Greensboro, Carolina del Norte, casi perdió un ojo a causa de una infección de ascárides.
Es concebible que un perro con materia fecal en la boca pueda transmitir un parásito intestinal a un humano a través de la lengua, pero es poco probable, comentó en un correo electrónico Sarah Proctor, profesora clínica asistente y directora del programa de tecnología veterinaria en la Universidad de New Hampshire.
Lo que sucede más comúnmente es que se contraigan parásitos al ingerir tierra contaminada, del jardín de la casa, por ejemplo, donde los perros han depositado sus heces.
Incluso el presidente Obama habló sobre el tema en una entrevista con la revista Wired que se publicó en agosto: “Sigo sin dejar que Sunny y Bo me laman porque cuando los paseo por el jardín lateral veo algunas de las cosas que levantan y mastican y no, amigo, no quiero eso”, dijo Obama entre risas.

¿Hay algún otro peligro?

Proctor dice que la gente debería ser consciente de que no todos los perros quieren besos o abrazos.
“La mayoría de la gente no se percata del sutil lenguaje corporal del perro mediante el cual muestra miedo, estrés o agresión”, escribió. “Poner el rostro frente a la cara del perro y besarlo podría llevar a una mordida en la cara si no se tiene cuidado”.

¿Y qué hay de los gatos?

Los gatos no comen heces y, por ende, es poco probable que los humanos se infecten con sus parásitos, afirma la página web petMD.
Las bocas de los gatos tienen Pasteurella, que puede ocasionar infecciones en la piel y los ganglios linfáticos, así como Bartonella henselae, una bacteria que puede provocar graves infecciones en la piel y en los ganglios linfáticos que se conoce como la fiebre por arañazos de gato, según el mismo sitio.
La mayoría de esas infecciones provienen de mordeduras o arañazos.

¿Qué precauciones debo tomar?

Los expertos recomiendan:
• Asegúrate de que tu mascota esté al día con sus vacunas.
• Hay que desparasitar a las mascotas recién adquiridas.
• Mantén a tus mascotas lejos de las heces de otros animales.
• Lávate las manos con regularidad con agua y jabón. Aquí te mostramos cómo hacerlo bien.
Arden Moore, quien conduce “Oh Behave”, un podcast en Pet Life Radio, dijo en un correo electrónico que aceptaba los besos ocasionales de sus cinco perros y un gato, y que besaba la cabeza de sus perros en agradecimiento.
“A los perros, como a la gente, les encanta la atención y el cariño”, comentó. “Siempre y cuando yo esté sana y mis perros también, tomaré este ‘riesgo’ y aceptaré sus besos”.

 Fuente: http://www.nytimes.com/es/2016/10/25/si-quieres-mostrarle-amor-a-tu-perro-no-lo-beses-mejor-acaricialo/