martes, 3 de mayo de 2016

OJO VECINO SI TU MASCOTA PRESENTA ESTE PROBLEMA LEA ESTO






¿Qué hacer si mi perro ladra demasiado?

La solución al ladrido excesivo requiere evaluar el problema y atender la causa. Y cuidado con los aparatos anti ladridos

¿Qué hacer si mi perro ladra demasiado?
Es importante determinar si el ladrido podría deberse a la falta de enriquecimiento ambiental y estimulación física y mental.

Por Jessica A. Brocos, médico veterinario

El ladrido forma parte de la comunicación normal en los perros. Es completamente aceptable que nuestras mascotas ladren para comunicarnos ciertos eventos, como por ejemplo, cuando alguien toca la puerta. Sin embargo, cuando el ladrido es excesivo, incontrolable o se presenta en horas inapropiadas, puede resultar molesto para las personas y afectar de manera negativa el vínculo humano – animal.
El ladrido excesivo no solo afecta a las personas que conviven con la mascota sino también a los vecinos y al entorno en general, lo cual lleva a que los protectores busquen una solución inmediata y efectiva. Lamentablemente, si este problema no es abordado de manera adecuada, puede terminar agravándose y resultar en el abandono de las mascotas.  Es fundamental que los protectores le comuniquen este tipo de problema a su médico veterinario, quien le brindará asesoría profesional o de ser necesario, lo derivará con un especialista comportamental (etología veterinaria).

¿Qué debemos considerar en estos casos?
- Determinar en qué situaciones se presenta este problema: ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué?
- Descartar la existencia de otras alteraciones comportamentales, tales como ansiedad y síndrome de disfunción cognitiva.
- Realizar una evaluación médica general en la mascota y descartar cualquier condición médica que podría llevar a la presentación de este tipo de comportamiento.
- Determinar si la presentación de este problema podría deberse a la falta de enriquecimiento ambiental y estimulación física y mental.
Recordemos también que, muchas veces, los humanos promovemos accidentalmente ciertos patrones comportamentales y enseñamos a nuestras mascotas a exhibir conductas que pueden resultar molestas para la mayoría de las personas.

Abordaje Etológico
El éxito de todo manejo comportamental depende en gran medida del compromiso y la constancia de los protectores de la mascota.
El establecimiento de rutinas y el enriquecimiento ambiental es clave en todo manejo comportamental. Debemos garantizar la atención de las necesidades básicas de todo ser vivo (estimulación física, mental y enriquecimiento ambiental).
Para ello es importante cumplir con lo siguiente:
- Realizar ejercicio diario con la mascota: salir a pasear mínimo 3 veces al día, de ser posible en horarios fijos (cada paseo de 30-50 minutos de duración).
- Establecer horarios regulares de alimentación (determinar la ración diaria de alimentación)
- Establecer horarios regulares para dedicarle tiempo especial a nuestra mascota.   Este tiempo debe durar entre 5 y 15 minutos y realizarse mínimo dos veces al día.
La idea del tiempo especial con nuestra mascota es mejorar el vínculo con ella y que sea un momento donde tenga lugar el juego interactivo controlado. También puede incluir ejercicios de obediencia básica y premiar los buenos comportamientos.
- El aprendizaje de comandos básicos (sentado, echado, quieto, ven) con premios como refuerzo positivo (caricia, juguete, alimento) en ejercicios de 15 minutos diarios (pueden ser en intervalos cortos durante el día).  Esto debe realizarse en un lugar tranquilo y libre de estímulo.
- Pueden utilizar juguetes dispensadores de alimento para estimular la mente en la obtención de alimento, calmar la ansiedad y motivar al juego.

La modificación comportamental
Tiene como objetivo modificar la respuesta del perro al estímulo mediante el refuerzo del comportamiento deseable y la remoción de cualquier factor que podría estar reforzando o agravando este problema. Las técnicas de desensibilización y contra condicionamiento forman parte del abordaje etológico de estos casos.
Es importante que todos los miembros de la familia estén al tanto de este proceso y sigan las indicaciones. Todos deben ser constantes y aplicarlo en todo momento.
Los protectores deben premiar los comportamientos adecuados e ignorar los que consideren inoportunos. Muchas veces las personas nos enfocamos en decirle a nuestras mascotas lo que no deben hacer y nos olvidamos de indicarles qué hacer. La idea de todo es ignorar los comportamientos indeseables y premiar los deseables.
Debemos enseñarle a la mascota a estar calmada, prestar atención a sus protectores y enfocarse en diversas actividades. Que asocie que el estar tranquilo trae cosas buenas. Para lograr esto, es fundamental que la mascota sepa los comandos básicos.
De tratarse de mascotas ansiosas, éstas podrían beneficiarse con el uso de tranquilizantes naturales a base de manzanilla, o mediante el uso de Feromonas sintéticas. 

Reforzar la tranquilidad
Cuando la mascota ladre, debe de pedirle que se siente y se quede quieta (lo primero es enseñarle comandos básicos).
Sólo cuando se haya sentado y esté tranquila, debemos premiarla o felicitarla. En el caso que el ladrido sea por el timbre, nadie debe abrir la puerta hasta que esté tranquila. De lo contrario, estaremos estimulando este comportamiento.
Muchas veces podemos lograr que nuestra mascota esté tranquila y deje de ladrar ofreciéndole un juguete. Esto se logra dándole un comando para que esté tranquila y enseñarle el juguete.

Herramientas anti ladrido disponibles en el mercado
Todo equipo anti ladrido debe de ser usado previa asesoría etológica y sólo como herramienta de ayuda adicional en la modificación comportamental.
Existen diversos equipos anti ladrido disponibles en el mercado peruano, tales como los collares y dispositivos de ultrasonido, así como los collares de corrección estática. Desde el punto de vista etológico y de bienestar animal, no recomendamos el uso del último (corrección estática) bajo ninguna circunstancia.
Lamentablemente, estos productos suelen venderse como la solución a estos problemas, sin considerar que el ladrido excesivo debe evaluarse de manera integral y requiere de la implementación de técnicas etológicas para garantizar el éxito a largo plazo sin comprometer el vínculo humano–animal.
El abordaje exitoso de casos de ladrido excesivo requiere de una evaluación minuciosa de este problema y la atención precisa de cualquier causa. El pronóstico depende del diagnóstico y de las expectativas y compromiso del protector. Este problema podría prevenirse o resolverse evitando la exposición al estímulo y modificando la respuesta del perro al estímulo mediante técnicas de desensibilización y contra condicionamiento.

* Jessica A. Brocos Duda (C.M.V.P. 7881), médico veterinario de la Clínica ETOVET, es colaboradora frecuente de WUF.

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