Han pasado seis meses desde que nuestro trabajador, el amigo vigilante, el señor de bigote, o no se como ustedes lo recordaran; se retiró de nuestro condominio luego de habernos prestado cinco largos años de servicio, quien no recuerda al Señor Fernando RODRIGUEZ LOLI.
Si, el mismo de fotografía adjunta, a quien vemos junto a su esposa Flor de María CABRERA, con quien tuvo dos hijos, uno de ellos Fernando laboró un tiempo en nuestro condominio, como sabrán estimados vecinos este humilde trabajador muy a pesar de la incomprensión de algunos residentes, sin recibir un pago justo y puntual, fiel a su naturaleza de servicio nos acompaño y nos brindo su calidad de persona, ustedes son testigos de su forma de ser, con mucha más razón aquellos vecinos que formaron parte de las anteriores directivas.
A ello quiero sumar las recientes renuncias de nuestros otros grandes amigos y trabajadores vigilantes el Sr. Luis HUAMAN y Sr. Alfredo SORIANO, ellos hace poco también partieron en busca de mejoras económicas, quizá como una muestra de la injusticia que recibieron de parte de los que no pagan sus cuotas, pues muchas veces tuvimos que disculparnos por no cumplir con ellos y es que el trabajo tiene muchas dimensiones. Entre ellas, que es profundamente humanizador, si no es pervertido por la explotación o esclavitud.
Hoy a través de estas líneas, en representación de cada uno de los residentes de nuestro condominio, quiero rendir un cálido reconocimiento a estos trabajadores, dejando constancia que su sacrificada labor no lo olvidaremos. ¡Buena Suerte Amigos y hasta pronto!
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